El Caminante se despierta en el Primer Reino. Lo encuentra moribundo, disgregado y consumido por la Degradación. Una forma espectral, su único guía, le susurra: «Ellos te esperan en el centro de todas las realidades».
El Caminante no posee recuerdos ni una voz propia. Solo le queda caminar y explorar el Primer Reino en busca de los Corazones Primigenios, la llave para alcanzar su meta. Por el camino, quizás halle respuestas sobre sí mismo y sobre aquello que amenaza todos los Reinos. Un gran poder duerme en su interior y pronto descubrirá que es capaz de grandes proezas.
El Caminante puede extraer las Esencias, ideas que conforman la realidad del reino y sus habitantes, para mezclarlas y crear objetos místicos que le ayuden en su aventura y, si algo sale mal, podrá usar el Memento Mori, la capacidad de reiniciar el día y aprender de sus errores. ¡Pero cuidado!, este es el último día del Primer Reino y el Caminante debe estar preparado antes de enfrentarse al fin de la Maraña de los Mundos. Existen diferentes sendas a recorrer que decidirán su destino y el de todas las realidades. De ti depende el final de esta aventura.